viernes, 29 de marzo de 2013

39.ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires



Muy pronto llega la edición número 39 de "La Feria Del Libro" organizada por la Fundación El Libro. 
Se abrirá al público desde el 25 de abril hasta el 13 de mayo, y se realiza en el predio ferial de Buenos Aires "La Rural".






El lema es "Libros como puentes"...

Los puentes unen riberas, ciudades, países. Pueden ser un simple tablón echado sobre unas rocas o una construcción que pone en juego la ingeniería más sofisticada. Duran siglos o se deshacen con la primera lluvia, pero siempre sirven para transportar a las personas de un lado al otro. A lo largo de la historia, los libros han demostrado que también son puentes fabulosos: entre abuelos y nietos, entre personas con distintas formaciones, entre ciudadanos de países distantes, entre lectores de la Edad Media y lectores del presente.

Mario Vargas Llosa 



Este año, la Feria del Libro afianza los puentes que siempre tendió hacia las culturas de otros países, recibiendo como primer Invitado de Honor a una ciudad marcada por estas construcciones: Amsterdam. Por todos estos motivos, la Fundación El Libro elige como guía una imagen simbólica fuerte, que invita al público a salvar cualquier obstáculo y entrar, de lleno, al mundo de libros.
Nuestra Feria

La Feria es organizada por la Fundación El Libro, una entidad sin fines de lucro cuya misión es la promoción del libro y los hábitos de la lectura. Realizada por primera vez en 1974, se ha consolidado a través de los años y hoy en día es uno de los eventos culturales más importantes de América Latina.

Alberto Laiseca


Con más de 45 mil metros cuadrados de exposición y alrededor de mil quinientos expositores de más de cuarenta países se destaca por ofrecer una programación amplia que incluye unas mil quinientas propuestas culturales: conferencias, presentaciones de libros, cursos, charlas, firmas de ejemplares, un festival de poesía, un encuentro de narradores y una jornada de microficción, entre muchas otras.

Ray Bradbury


La han visitado autores de la talla de Mario Vargas Llosa, Paul Auster, Isabel Allende, Ray Bradbury, Antonio Muñoz Molina, Alberto Laiseca y Tom Wolfe, por nombrar sólo algunos.





Aprovechando la próxima fecha de la feria del libro los invitamos a conocerla, y ¡nos veremos allí!

Recuerden poner "Me Gusta" en el video que hicimos para un Concurso de la Feria del Libro.
Acá el enlace:  Concurso "Mi Librero"



Concurso "Mi Librero" para La Feria del Libro

El día de hoy les dejamos este video que hemos hecho sobre un librero amigo.
De paso los invitamos a pasar, si tienen la oportunidad, por esta librería -Kafka y Cía- (en la Ciudad de Buenos Aires, calle Corrientes).
Nada más lindo que revolver pilas y pilas de libros usados y encontrar joyas escondidas por allí.


Por favor mirenlo y si les agrada pongan "me gusta" en el video. Les agradecemos muchísimo.
¡Un saludo enorme!

martes, 26 de marzo de 2013

10 Cuentos de terror que deberías leer

Les traemos una lista de cuentos que les recomendamos leer, espero que la disfruten.




1)                                "Corazón delator" de Edgar Allan Poe


El autor nos presenta una historia muy interesante, en donde se manifiesta una dicotomía entre la cordura y la locura. El personaje principal intenta convencernos que él no está loco, y nos cuenta como procedió con un asesinato. 

-Nunca fui tan cariñoso con el viejo cómo en la semana que tramé su muerte.-

De esta manera en la lucha interna del protagonista, que muy bien exterioriza, terminamos comprendiendo un poco más su mente, y como estaba sido perseguido por la culpa que lo lleva a la locura. 
El corazón que late es la conciencia de ese hombre, qué es lo que realmente lo delata. 
Sublime. 




2)                                "La caída de la casa Usher" de Edgar Allan Poe

Tenebroso escenario nos brinda esta vez Poe. Es muy profundo el análisis que puede hacerse de esta historia. Un relato muy melancólico.
Principalmente la relación entre la casa, la cripta, todo lo que él describe y los personajes de la historia. Puede interpretarse de diversas formas y es muy subjetivo.
La caída de la casa en relación a la pérdida de la razón por parte de los dos hermanos, y también por otro lado la muerte de estos relacionado también a la caída como el fin de una estirpe.
Y pensar que realmente el análisis que uno puede darle tal vez no se asemeje ni un ápice a todo lo que habrá pensado este increíble autor al escribirlo.







3)                                "Una muerte en familia" de Miriam Allen Deford


Excelente cuento de terror, de una autora muy poco conocida. Uno de mis cuentos de terror preferidos, te muestra la mente enferma del protagonista y el desenlace es simplemente excelente. Muy buena historia totalmente recomendable.
Como dato extra, se grabó un episodio de Night Gallery del famoso Rod Serling de este cuento para aquel que le interese buscarlo como "A death in the family".






4)                                 “El color que cayó del cielo”  de H. P. Lovecraft



Misteriosa e intrigante historia. Justo cuando la roca de ese cometa que llega a alterar a todo el pueblo desaparece, es cuando las cosas se empiezan a tornar muy extrañas.
Sabían que algo sucedía con el agua pero le restaron importancia.
Nadie pudo descubrir que sucedió realmente, pero todo comenzó a destruirse, inclusive las personas.
Luego el protagonista fue testigo de esa cosa, el color… y allí es cuando decide que no debe ignorar el problema sino que prefiere alejarse de ese lugar para siempre, debido a que nada pudo solucionar.
En este cuento las descripciones juegan un gran papel, generalmente puede parecer tedioso, pero era indispensable para poder comprender un poco más la historia. 




5)                                  "El extraño" de H. P. Lovecraft


Interesante historia del autor de la cual habría que destacar el trasfondo de este cuento mostrándonos la imagen de lo que seria el mismo Lovecraft, ya que, él mismo se sentía un extraño ante la sociedad, una persona totalmente alejada de todos y con un pensamiento bastante cerrado para con los demás, pero con una gran inteligencia y un excelente lector, tal como en su historia.                






6)                                  "Escuchen" de Joe R. Lansdale


Cuento de terror de un autor muy poco conocido. La desesperación del protagonista es atrapante y logra ese efecto "Corazón delator" poniendo nervioso a uno mismo, la temática es algo parecida. Recomiendo leerlo por Internet ya que es muy difícil de conseguir.





7)                                  "De mortuis" de John Collier


Otro autor muy poco reconocido, "De mortuis" que quiere decir algo como " De las cosas de la muerte", no hay mucho para decir de este cuento simplemente habría que leerlo ya que uno no se espera lo que va a suceder.
Cambien como dato extra, se grabó un episodio en "Alfred Hitchcock presents" del gran Alfred Hitchcock de este cuento.






8)                                  "La pata de mono" W.W. Jacobs


Es curioso saber que la mayor parte de la obra de este autor es humoristica, siendo este el unico relato de terror del autor llegando a convertirse en un clásico de los cuentos terror.
En los Simpsons hay un episodio donde Homero obtiene "La pata de mono"





9)                                  "La mano" Guy de Maupassant


Sin duda un relato que nos recuerda, por su manera de escribir, a Poe, cosa que no seria menor ya que el autor estuvo muy influenciado por él. Recomiendo leer este cuento y varios mas del autor ya que son clásicos del terror.




10)                                  "La balsa" Stephen King


El maestro del terror contemporáneo nos deleita con uno de sus cuentos mas célebres.
Para aquellos que les interese se grabó este cuento para la pelicula "Creepshow" junto con otros relatos de Stephen King. 





                              
Esperamos que tengan la oportunidad de leer estos cuentos y nos compartan su opinión  Ojala les haya gustado la lista esperamos sus comentarios.

Stephen King "Doctor sleep"





Próximamente nuevo libro de Stephen King "Doctor sleep" secuela de "El resplandor" (1977) una de sus novelas mas célebres.






¿Por qué un gato en la portada?

El gato que puede verse en la portada inglesa de "Doctor sleep" es una de las primeras influencias de King para la novela: Oscar, un gato utilizado como parte de la terapia (en un hogar de enfermos) que podía predecir la muerte de pacientes sentándose a los pies de la cama.
(Fuente: Revista Insomnia)



Se espera la publicación del libro para septiembre de este año (2013). 
Lo esperamos con ansias.

                                                                                                   


lunes, 25 de marzo de 2013

Rodolfo Walsh: A 36 años de su desaparición.


Anteriormente habíamos hablado de Rodolfo Walsh, mencionando la Carta Abierta a la Junta Militar de su autoría.
Era periodista, escritor, asesor de colecciones y traductor.
Se dedicó especialmente al género policial, periodístico y de testimonio.


Les dejamos el enlace: Post relacionado


Hoy queríamos recordarlo nuevamente, ya que se cumplen en este día 36 años de su desaparición.
Rodolfo Walsh fue emboscado en Buenos Aires, por un pelotón que tenía como objetivo detenerlo. Walsh se resistió y dio lucha, hirió y fue herido (se entiende que de muerte).
Nunca fue encontrado su cuerpo, pero sus ideas prevalecieron en el tiempo debido a su militancia revolucionaria. 
El día que lo emboscaron, fue el día después de escribir la Carta Abierta a la Junta Militar.


Con motivo de honrar su memoria, hablaremos un poco de una de sus obras más conocidas:

Operación Masacre
Este libro relata sobre fusilamientos clandestinos, cinco muertes y otros siete intentos fallidos.
Es interesante el por qué de este libro. Rodolfo Walsh no había pensado en ello sino hasta que en 1956, en un Café en La Plata, mientras él jugaba al ajedrez, escuchó que alguien dijo: "Hay un fusilado que vive". 
En esta historia se nos presentan los protagonistas, cada uno con su descripción, sus sueños y también su pasado, con la intención de que nosotros los lectores nos involucremos con cada uno de ellos. 
La novela avanza muy dinámicamente, y asombra el espanto de las situaciones relatadas que deben sufrir los protagonistas. 
El proceso que pasó el autor como escritor y periodista, a medida que iba investigando los hechos, ha sido enorme. 
El mismo admitió que en un principio, la Revolución Libertadora (en donde se derroca al presidente Juan Domingo Perón) le parecía adecuada. Walsh creía que el peronismo debía ser derrocado. 
Pero cuando realmente logró percibir la realidad, con el alzamiento cívico-militar y el intento de toma del Regimiento 7 en La Plata, el autor escuchó desde su ventana a un soldado quién agonizando no gritaba "Viva la Patria", sino "No me dejen solo", y particularmente este hecho lo marcó y lo hizo comenzar a ver las cosas de otra manera.

Por esto respetamos a Rodolfo Walsh, especialmente por dar la vida en virtud de la verdad y la justicia, luchando hasta el final. 


A continuación les dejamos un fragmento de este gran libro:


"...Tengo demasiado para una sola noche. Valle no me interesa. Perón no me interesa, la revolución no me interesa. 
¿Puedo volver al ajedrez?. Puedo. Al ajedrez, y a la literatura fantástica que leo, a los cuentos policiales que escribo, a la novela "seria" que planeo para dentro de algunos años, y a otras cosas que hago para ganarme la vida y que llamo periodismo, aunque no es periodismo. 
La violencia me ha salpicado las paredes, en las ventanas hay agujeros de balas, he visto un coche agujereado y adentro un hombre con los sesos al aire, pero es solamente el azar lo que me ha puesto eso antes los ojos. Pudo ocurrrir a cien kilómetros, pudo ocurrir cuando yo no estaba..."


¡Gracias por acompañarnos una vez más!
Esperamos su participación en los comentarios. Saludos.

domingo, 24 de marzo de 2013

24 de Marzo: Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

Bueno el día de hoy nos pareció adecuado hacer una mención debido a este día, en memoria a todos y cada uno de los desaparecidos. Y por todos esos hechos sucedidos que no hay que olvidar...
Esta era la tapa del diario Clarín, hace 37 años...







Les dejamos el prólogo del Nunca Más, escrito por Ernesto Sabato. 


Durante la década del 70 la Argentina fue convulsionada por un terror que provenía tanto desde la extrema derecha como de la extrema izquierda, fenómeno que ha ocurrido en muchos otros países. Así aconteció en Italia, que durante largos años debió sufrir la despiadada acción de las formaciones fascistas, de las Brigadas Rojas y de grupos similares. Pero esa nación no abandonó en ningún momento los principios del derecho para combatirlo, y lo hizo con absoluta eficacia, mediante los tribunales ordinarios, ofreciendo a los acusados todas las garantías de la defensa en juicio; y en ocasión del secuestro de Aldo Moro, cuando un miembro de los servicios de seguridad le propuso al General Della Chiesa torturar a un detenido que parecía saber mucho, le respondió con palabras memorables: «Italia puede permitirse perder a Aldo Moro. No, en cambio, implantar la tortura».

No fue de esta manera en nuestro país: a los delitos de los terroristas, las Fuerzas Armadas respondieron con un terrorismo infinitamente peor que el combatido, porque desde el 24 de marzo de 1976 contaron con el poderío y la impunidad del Estado absoluto, secuestrando, torturando y asesinando a miles de seres humanos.

Nuestra Comisión no fue instituída para juzgar, pues para eso estan los jueces constitucionales, sino para indagar la suerte de los desaparecidos en el curso de estos años aciagos de la vida nacional. Pero, después de haber recibido varios miles de declaraciones y testimonios, de haber verificado o determinado la existencia de cientos de lugares clandestinos de detención y de acumular más de cincuenta mil páginas documentales, tenemos la certidumbre de que la dictadura militar produjo la más grande tragedia de nuestra historia, y la más salvaje. Y, si bien debemos esperar de la justicia la palabra definitiva, no podemos callar ante lo que hemos oído, leído y registrado; todo lo cual va mucho más allá de lo que pueda considerarse como delictivo para alcanzar la tenebrosa categoría de los crímenes de lesa humanidad. Con la técnica de la desaparición y sus consecuencias, todos los principios éticos que las grandes religiones y las más elevadas filosofías erigieron a lo largo de milenios de sufrimientos y calamidades fueron pisoteados y bárbaramente desconocidos.

Son muchísimos los pronunciamientos sobre los sagrados derechos de la persona a través de la historia y, en nuestro tiempo, desde los que consagró la Revolución Francesa hasta los estipulados en las Cartas Universales de Derechos Humanos y en las grandes encíclicas de este siglo. Todas las naciones civilizadas, incluyendo la nuestra propia, estatuyeron en sus constituciones garantías que jamás pueden suspenderse, ni aun en los más catastróficos estados de emergencia: el derecho a la vida, el derecho a la integridad personal, el derecho a proceso; el derecho a no sufrir condiciones inhumanas de detención, negación de la justicia o ejecución sumaria.

De la enorme documentación recogida por nosotros se infiere que los derechos humanos fueron violados en forma orgánica y estatal por la represión de las Fuerzas Armadas. Y no violados de manera esporádica sino sistemática, de manera siempre la misma, con similares secuestros e idénticos tormentos en toda la extensión del territorio. ¿Cómo no atribuirlo a una metodología del terror planificada por los altos mandos? ¿Cómo podrían haber sido cometidos por perversos que actuaban por su sola cuenta bajo un régimen rigurosamente militar, con todos los poderes y medios de información que esto supone? ¿Cómo puede hablarse de «excesos individuales»? De nuestra información surge que esta tecnología del infierno fue llevada a cabo por sádicos pero regimentados ejecutores. Si nuestras inferencias no bastaran, ahí están las palabras de despedida pronunciadas en la Junta Interamericana de Defensa por el jefe de la delegación argentina, General Santiago Omar Riveros, el 24 de enero de 1980: «Hicimos la guerra con la doctrina en la mano, con las órdenes escritas de los Comandos Superiores» . Así, cuando ante el clamor universal por los horrores perpetrados, miembros de la Junta Militar deploraban los «excesos de la represión, inevitables en una guerra sucia» , revelaban una hipócrita tentativa de descargar sobre subalternos independientes los espantos planificados.

Los operativos de secuestro manifestaban la precisa organización, a veces en los lugares de trabajo de los señalados, otras en plena calle y a la luz del día, mediante procedimientos ostensibles de las fuerzas de seguridad que ordenaban «zona libre» a las comisarías correspondientes. Cuando la víctima era buscada de noche en su propia casa, comandos armados rodeaban la manzanas y entraban por la fuerza, aterrorizaban a padres y niños, a menudo amordazándolos y obligándolos a presenciar los hechos, se apoderaban de la persona buscada, la golpeaban brutalmente, la encapuchaban y finalmente la arrastraban a los autos o camiones, mientras el resto de comando casi siempre destruía o robaba lo que era transportable. De ahí se partía hacia el antro en cuya puerta podía haber inscriptas las mismas palabras que Dante leyó en los portales del infierno: «Abandonad toda esperanza, los que entrais».

De este modo, en nombre de la seguridad nacional, miles y miles de seres humanos, generalmente jóvenes y hasta adolescentes, pasaron a integrar una categoría tétrica y fantasmal: la de los Desaparecidos. Palabra - ¡triste privilegio argentino! - que hoy se escribe en castellano en toda la prensa del mundo.

Arrebatados por la fuerza, dejaron de tener presencia civil. ¿Quiénes exactamente los habían secuestrado? ¿Por qué? ¿Dónde estaban? No se tenía respuesta precisa a estos interrogantes: las autoridades no habían oído hablar de ellos, las cárceles no los tenían en sus ¦ldas, la justicia los desconocía y los habeas corpus sólo tenían por contestación el silencio. En torno de ellos crecía un ominoso silencio. Nunca un secuestrador arrestado, jamás un lugar de detención clandestino individualizado, nunca la noticia de una sanción a los culpables de los delitos. Así transcurrían días, semanas, meses, años de incertidumbres y dolor de padres, madres e hijos, todos pendientes de rumores, debatiéndose entre desesperadas expectativas, de gestiones innumerables e inutiles, de ruegos a influyentes, a oficiales de alguna fuerza armada que alguien les recomendaba, a obispos y capellanes, a comisarios. La respuesta era siempre negativa.

En cuanto a la sociedad, iba arraigándose la idea de la desprotección, el oscuro temor de que cualquiera, por inocente que fuese, pudiese caer en aquella infinita caza de brujas, apoderándose de unos el miedo sobrecogedor y de otros una tendencia consciente o inconsciente a justificar el horror: «Por algo será», se murmuraba en voz baja, como queriendo así propiciar a los terribles e inescrutables dioses, mirando como apestados a los hijos o padres del desaparecido. Sentimientos sin embargo vacilantes, porque se sabía de tantos que habían sido tragados por aquel abismo sin fondo sin ser culpable de nada; porque la lucha contra los «subversivos», con la tendencia que tiene toda caza de brujas o de endemoniados, se había convertido en una represión demencialmente generalizada, porque el epiteto de subversivo tenía un alcance tan vasto como imprevisible. En el delirio semántico, encabezado por calificaciones como «marxismo-leninismo», «apátridas» , «materialistas y ateos» , «enemigos de los valores occidentales y cristianos» , todo era posible: desde gente que propiciaba una revolución social hasta adolescentes sensibles que iban a villas-miseria para ayudar a sus moradores. Todos caían en la redada: dirigentes sindicales que luchaban por una simple mejora de salarios, muchachos que habían sido miembros de un centro estudiantil, periodistas que no eran adictos a la dictadura, psicólogos y sociólogos por pertenecer a profesiones sospechosas, jóvenes pacifistas, monjas y sacerdotes que habían llevado las enseñanzas de Cristo a barriadas miserables. Y amigos de cualquiera de ellos, y amigos de esosamigos, gente que había sido denunciada por venganza personal y por secuestrados bajo tortura. Todos, en su mayoría inocentes de terrorismo o siquiera de pertenecer a los cuadros combatientes de la guerrilla, porque éstos presentaban batalla y morían en el enfrentamiento o se suicidaban antes de entregarse, y pocos llegaban vivos a manos de los represores.

Desde el momento del secuestro, la víctima perdía todos los derechos; privada de toda comunicación con el mundo exterior, confinada en lugares desconocidos, sometida a suplicios infernales, ignorante de su destino mediato o inmediato, susceptible de ser arrojada al río o al mar, con bloques de cemento en sus pies, o reducida a cenizas; seres que sin embargo no eran cosas, sino que conservaban atributos de la criatura humana: la sensibilidad para el tormento, la memoria de su madre o de su hijo o de su mujer, la infinita verguenza por la violación en público; seres no sólo poseídos por esa infinita angustia y ese supremo pavor, sino, y quizás por eso mismo, guardando en algún rincón de su alma alguna descabellada esperanza.

De estos desamparados, muchos de ellos apenas adolescentes, de estos abandonados por el mundo hemos podido constatar cerca de nueve mil. Pero tenemos todas las razones para suponer una cifra más alta, porque muchas familias vacilaron en denunciar los secuestros por temor a represalias. Y aun vacilan, por temor a un resurgimiento de estas fuerzas del mal.

Con tristeza, con dolor hemos cumplido la misión que nos encomendó en su momento el Presidente Constitucional de la República. Esa labor fue muy ardua, porque debimos recomponer un tenebrosos rompecabezas, después de muchos años de producidos los hechos, cuando se han borrado liberadamente todos los rastros, se ha quemado toda documentación y hasta se han demolido edificios. Hemos tenido que basarnos, pues, en las denuncias de los familiares, en las declaraciones de aquellos que pudieron salir del infierno y aun en los testimonios de represores que por oscuras motivaciones se acercaron a nosotros para decir lo que sabían.

En el curso de nuestras indagaciones fuimos insultados y amenazados por los que cometieron los crímenes, quienes lejos de arrepentirse, vuelven a repetir las consabidas razones de «la guerra sucia» , de la salvación de la patria y de sus valores occidentales y cristianos, valores que precisamente fueron arrastrados por ellos entre los muros sangrientos de los antros de represión. Y nos acusan de no propiciar la reconciliación nacional, de activar los odios y resentimientos, de impedir el olvido. Pero no es así: no estamos movidos por el resentimiento ni por el espíritu de venganza; sólo pedimos la verdad y la justicia, tal como por otra parte las han pedido las iglesias de distintas confesiones, entendiendo que no podrá haber reconciliación sino después del arrepentimiento de los culpables y de una justicia que se fundamente en la verdad. Porque, si no, debería echarse por tierra la trascendente misión que el poder judicial tiene en toda comunidad civilizada. Verdad y justicia, por otra parte, que permitirán vivir con honor a los hombres de las fuerzas armadas que son inocentes y que, de no procederse así, correrían el riesgo de ser ensuciados por una incriminación global e injusta. Verdad y justicia que permitirán a esas fuerzas considerarse como auténticas herederas de aquellos ejércitos que, con tanta heroicidad como pobreza, llevaron la libertad a medio continente.

Se nos ha acusado, en fin, de denunciar sólo una parte de los hechos sangrientos que sufrió nuestra nación en los últimos tiempos, silenciando los que cometió el terrorismo que precedió a marzo de 1976, y hasta, de alguna manera, hacer de ellos una tortuosa exaltación. Por el contrario, nuestra Comisión ha repudiado siempre aquel terror, y lo repetimos una vez más en estas mismas páginas. Nuestra misión no era la de investigar sus crimenes sino estrictamente la suerte corrida por los desaparecidos, cualesquiera que fueran, proviniesen de uno o de otro lado de la violencia. Los familiares de las víctimas del terrorismo anterior no lo hicieron, seguramente, porque ese terror produjo muertes, no desaparecidos. Por lo demás el pueblo argentino ha podido escuchar y ver cantidad de programas televisivos, y leer infinidad de artículos en diarios y revistas, además de un libro entero publicado por el gobierno militar, que enumeraron, describieron y condenaron minuciosamente los hechos de aquel terrorismo.

Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el periodo que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976 servirá para hacernos comprender que únicamente la democracia es capaz de preservar a un pueblo de semejante horror, que sólo ella puede mantener y salvar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana. Unicamente así podremos estar seguros de que NUNCA MÁS en nuestra patria se repetirán hechos que nos han hecho trágicamente famosos en el mundo civilizado.



Nadie puede olvidar o por haber experimentado esa época o por lo que se nos fue enseñado en el colegio, o simplemente por la experiencia de nuestros padres y abuelos, a Videla diciendo "¿Qué es un desaparecido?", o las típicas frases como "Algo habrán hecho", "No te metas", entre otras. 

El prólogo fue escrito en Septiembre de 1984, por este reconocido autor argentino. 
Da una noción de cómo fueron suprimidos los derechos en esa época, y la forma de proceder en los operativos de secuestros. 
La palabra "subversivo" no era más que una generalización, cualquiera podía caer detenido simplemente por pertenecer a un centro estudiantil o por visitar lugares carenciados.


"Sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido". 
Les dejamos también la Carta abierta de Rodolfo Walsh a la Junta Militar. Escrita un año después del comienzo de la sangrienta dictadura, el 24 de marzo de 1977. 


Acá el enlace: Carta Abierta a la Junta Militar



"La memoria despierta para herir, a los pueblos dormidos que no la dejan vivir libre como el viento". León Gieco.

Alberto Laiseca "Cuentos completos"





Alberto Laiseca "Cuentos completos" publicado en el año 2011.






Alberto Laiseca nació en Rosario en 1941, autor de la monumental novela "Los sorias" de un poco más de 1300 páginas, "Aventuras de un novelista atonal", "El artista", entre otros.




Primer libro que leí de Laiseca, ya lo conocía desde antes, por su programa en I-sat "Cuentos de terror".
"Cuentos completos" reune todos los cuentos a lo largo de los años del autor que van desde "Matando enanos a garrotazos", su primer libro de cuentos, hasta "En sueños he llorado", más una serie de cuentos inéditos publicados solamente en esta edición.
En lo personal me pareció una buena manera de comenzar con este autor ya que le tengo una gran admiración y no sabia por donde empezar a leer. En cuanto a mí los cuentos de "En sueños he llorado" me gustaron bastante, esto no quiere decir que los demás sean malos, pero son los que mas me gustaron, "El cuarto tapiado", "Cuentos de la negra Tomasa", "La cabeza de mi padre","El checoeslovaco", entre otros son los títulos que mas me gustaron del libro, recomiendo leerlos.
Para el que le interesa al final de esta entrada dejare "La cabeza de mi padre" relatado por el mismo Laiseca y "El bobi" mito urbano argentino recopilado por Laiseca y relatado por mí (Walter).






Espero que compartan sus opiniones.
Con Victoria tuvimos la oportunidad de conocer y charlar con Laiseca y la verdad que fue una experiencia muy linda, ya que le tengo gran admiración al maestro.




Alberto Laiseca - "La cabeza de mi padre"






Alberto Laiseca - "El bobi"







viernes, 22 de marzo de 2013

"El lago" de Ray Bradbury




Escogimos este cuento con Victoria el cual nos agradó demasiado y decidimos compartirlo con ustedes.


Es una especie de "audiolibro" en donde el que lo relata soy yo (Walter) espero que les guste y que lo disfruten. 






Espacio de administradores:


Fue lo primero que leí de Ray Bradbury, y me fascinó. Me encanta la forma de escribir de este autor, es muy dinámico, muy sencillo de leer pero a su vez es sumamente interesante.
En este cuento podemos encontrar nostalgia, melancolía e incertidumbre por parte del personaje principal. 
Creo que uno de los aspectos más agradables del cuento es como se desarrollan las cosas en la narración, contando los hechos de una forma no lineal. Al menos eso a mí me gustó mucho. Pude notar en otros textos de Bradbury, que el giro en la cronología de los hechos es recurrente. 
La verdad que al ver la melancólica reacción del personaje al recordar sucesos (no tan afortunados) de su infancia, puede uno relacionarse aunque no haya tenido la misma experiencia que él. 
El final, la depresión y la derrota que siente el personaje traspolados con el cierre de un ciclo, una etapa que lamentablemente al no tener un cierre previo nunca pudo superar, se vio reflejado en ese acto final en el cual termina el castillo de arena (un pequeño “rito”, por así decirlo, que tenía el personaje con su amiga de pequeños). 

Y concluyendo este concepto finalmente con una frase increíble:

“Construí el resto del castillo muy lentamente y luego, levantándome, me di la vuelta y me alejé para no ver cómo se desmoronaba en las olas, como todas las cosas se desmoronan”. 


Victoria M. 





Ante todo les debo recomendar leer el cuento, ya que es mil veces mejor de lo que yo relaté. Con este cuento conocí a Bradbury, me refiero a su manera de escribir, un cuento muy bello con un tema un tanto triste y escrito perfectamente. Se rescatan lindas frases, un tanto melancólicas y concuerdo con Victoria sobre esa frase final que simplemente es fascinante. Recomiendo leerlo y ¿por qué no? también leer varias obras mas de Ray Bradbury ,que simplemente te atrapa con su manera de escribir.


Walter B.