jueves, 21 de marzo de 2013

Prefacio del Retrato de Dorian Gray por Oscar Wilde



El artista es el creador de cosas bellas. Revelar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte.
El crítico es el que puede traducir de un modo distinto o con un nuevo procedimiento su impresión ante las cosas bellas.
La más elevada, así como la más baja de las formas de crítica, son una manera de autobiografía. Los que encuentran intenciones feas en cosas bellas, están corrompidos sin ser encantadores. Esto es un defecto.
Los que encuentran bellas intenciones en cosas bellas, son cultos. A éstos les queda la esperanza.
Existen los elegidos para quienes las cosas bellas significan únicamente belleza.
Un libro no es, en modo alguno, moral o inmoral. Los libros están bien o mal escritos. Esto es todo.
La aversión del siglo XIX por el Realismo es la rabia de Calibán viendo su cara en el espejo.
La aversión del siglo XIX por el Romanticismo es la rabia de Calibán no viendo su propia cara en el espejo.
La vida moral del hombre forma parte del tema para el artista; pero la moralidad del arte consiste en el uso perfecto de un medio imperfecto. Ningún artista desea probar nada. Hasta las cosas ciertas pueden ser probadas.
Ningún artista tiene simpatías éticas. Una simpatía ética en un artista constituye un amaneramiento imperdonable de estilo.
Ningún artista es nunca morboso. El artista puede expresarlo todo.
Pensamiento y lenguaje son, para el artista, instrumentos de un arte.
Vicio y virtud son, para el artista, materiales de un arte.
Desde el punto de vista de la forma, el modelo de todas las artes es el del músico. Desde el punto de vista del sentimiento, la profesión de actor.
Todo arte es, a la vez, superficie y símbolo.
Los que buscan bajo la superficie, lo hacen a su propio riesgo.
Los que intentan descifrar el símbolo, lo hacen también a su propio riesgo.
Es al espectador, y no la vida, a quien refleja realmente el arte.
La diversidad de opiniones sobre una obra de arte indica que la obra es nueva, compleja y vital. Cuando los críticos difieren, el artista está de acuerdo consigo mismo.
Podemos perdonar a un hombre el haber hecho una cosa útil, en tanto que no la admire. La única disculpa de haber hecho una cosa inútil es admirarla intensamente.
Todo arte es completamente inútil.





Al comenzar este libro me encontré con este tremendo prefacio del cual uno rescata muchas frases y de las cuales hay tres que especialmente me gustan mas que las demás.

"Ningún artista es nunca morboso. El artista puede expresarlo todo."

"El artista es el creador de cosas bellas. Revelar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte."

"Un libro no es, en modo alguno, moral o inmoral. Los libros están bien o mal escritos. Esto es todo."

En un principio no les preste mucha atención, una vez comenzado el libro tuvieron mas sentido y mas aún al saber el detrás de todas estas palabras, lo cual me encanta y me parece bueno tratar de saber las cosas que suceden detrás de la obra, donde hay muchos factores. Volviendo al tema el prefacio fue hecho después de la primera edición del "retrato de Dorian Gray" el cual tuvo críticas muy duras y donde Wilde escribe este gran prefacio contrarrestando las críticas del mismo.

                                                                                                                  Walter B.







Este prefacio sale a la luz con motivo de tal vez, esclarecer.
Wilde recibió grandes críticas una vez publicado el libro, por una corriente más bien moralista, y debido a los temas hedonistas y narcisistas que abarca en “El Retrato de Dorian Gray” no fue tan bien recibido por ese lado, y a su vez se lo criticaba mucho a Oscar Wilde, en cuanto a su persona y su actuar.
Por eso tiene tanto sentido cuando dice que ningún libro es moral o amoral. Y hace referencia más adelante a las críticas que recibieron otros periodos literarios…
Pero como opinión personal creo que no hay buenos o malos libros, sino libros que son (o no) de nuestro agrado.
Qué el viaje que nos otorga un libro al leerlo sea placentero o para nada ameno, está estrechamente relacionado con la etapa por la que el lector está pasando en ese instante, cómo está predispuesto y qué tipo de sentimientos tiene a flor de piel, que pueden ser potenciados, o no, por la lectura que está llevando...
Lo que implica que si más adelante tal vez, releyera un libro que no le produjo nada en su momento, se llevaría una sorpresa de que ésta vez reaccionaría ante él de una manera muy diferente, e insisto creo que se debe al ciclo por el que uno está transitando.
Puede un libro provocarle a uno los sentimientos más contradictorios, y ya sea amor u odio, todo es válido y apreciable.
Creo que debería ser de mayor preocupación que nada nos provocase.

                                                                                                                  Victoria M.






4 comentarios:

  1. Concuerdo con que tanto el punto en la vida en el que uno lee un libro como la predisposición del lector en ese momento (y tal vez su nivel de madurez o conocimiento)influyen en la apreciación que uno hace del mismo. ¡Éxitos con el blog!

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    1. Qué bueno compartir el mismo punto de vista. ¡Muchas gracias! Esperamos saber más de vos. Saludos.

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